domingo, 28 de noviembre de 2010

Los peligros de las redes sociales

Últimamente he empezado a pensar en las riesgos que puede tener el simple hecho de darse de alta en un página de Internet. La mayoría de la gente, entre los cuales me incluía hasta hace muy poco, acepta las condiciones de las páginas en las que se inscribe sin llegar a leer lo que pone. Si en la vida real hay gente que intenta hacer negocio o aprovecharse de los demás, ¿por qué pensar que ésto no va a ocurrirnos en la Red?

Dándole vueltas a este tema he encontrado un vídeo donde se alerta de los peligros de Facebook. El vídeo es muy sensacionalista y alarmista pero el mensaje que deja es claro:


Tras ver el vídeo he tomado conciencia de los siguientes riesgos:
  • Facebook posee la propiedad continua y perpetua de toda la cantidad de información e imágenes publicadas.
  • Facebook se reserva el derecho a distribuir dicha información.
  • Las fotos e información personal permanecen incluso tras haber cancelado la cuenta.
  • Facebook puede conceder todo el contenido del usuario a terceros y grandes multinacionales.
No significa que no debamos usar las redes sociales pero sí tener en cuenta estos aspectos ya que quién sabe si el día de mañana la información que hayamos publicamos se puede volver en nuestra contra.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Utiliza las TICs!

Después de varios días de trabajo por fin puedo mostrar mi primer spot:


Su realización ha sido muy laboriosa así que espero haber alcanzado el objetivo propuesto. A continuación voy a describir todas las etapas seguidas desde la idea original hasta su publicación en red.

El primer paso fue la invención de una historia que pudiera ser “contada” en tan sólo 30 segundos y utilizando mis limitados medios. Después de darle vueltas a varias ideas poco a poco el spot fue tomando forma en mi cabeza. Lo vi tan claro que no llegué a hacer un guión escrito pero sí que me apunté un listado de planos que quería filmar.

A continuación llevé a cabo la etapa de filmación. Para ello utilicé mi cámara digital en modo vídeo. Puede que la calidad no fuera tan alta como la de una cámara profesional pero sí lo suficiente para obtener un buen resultado. Grabé cada toma varias veces para mirarlas más tarde con calma y elegir la mejor de todas ellas. Al cabo de un par de horas ya tenía todo el material en bruto que necesitaba.


El siguiente paso fue la etapa de montaje. Utilicé el programa Windows Movie Maker que es gratuito. Este programa resulta sencillo de utilizar gracias a los iconos que posee que permiten encontrar aquella opción que se está buscando. Los pasos esenciales a realizar son los siguientes:

· Para cargar las tomas seleccionadas se hace clic en el icono “Agregar videos y fotos” del menú Principal.


· Tras seleccionar la toma deseada, se selecciona la opción “Herramienta de corte” del menú Editar y se establece el punto inicial y final de cada fragmento de vídeo.

De esta forma se edita cada uno de los planos que componen la secuencia final.

El programa, además de imágenes de vídeo, también permite incluir fragmentos en los que sólo aparece un texto. Para ello se selecciona la opción “Título” del menú Principal y se establece la configuración que se desea. Como en el caso de los fragmentos de vídeo, se  elige el tiempo de duración.


La estructura que he elegido para el montaje del spot ha sido la más sencilla de todas, que es la del cine mudo: una sucesión de planos generalmente cortos entre los que se intercala una explicación escrita para facilitar su comprensión. No hay diálogos ni una voz en off que haga la función de narrador. Además, durante el rodaje los actores sobreactúan, es decir, exageran los gestos para dar más énfasis al mensaje.

Puede parecer que esta estructura ha quedado desfasada en el siglo XXI pero sigue siendo utilizada en multitud de anuncios comerciales.

No todos los planos utilizados han sido fragmentos de vídeo; algunos de ellos han sido imágenes fijas. Estas imágenes se pueden agregar siguiendo las instrucciones indicadas para los vídeos.


En un spot de tan sólo 30 segundos el mensaje es esencial. En mi caso he pretendido que la estructura del montaje fuera in crescendo de manera que el clímax de la historia se alcanzase al final. Para ello los primeros planos, correspondientes a la búsqueda de información en la biblioteca, son más largos mientras que los últimos son muy rápidos y cortos. En el caso de los más fugaces se les ha asignado una duración suficiente para percibir y comprender su contenido. En el caso de las fotografías de los animales, al ser planos tan cortos, las he ordenado de forma que sus fondos sean de colores diferentes. Así mismo, las imágenes de los recursos se han ordenado intercalando los fondos negros con los fondos coloreados.

Al concluir el montaje he comprobado que de todo el material en bruto que había filmado finalmente sólo he utilizado una pequeña parte. Además, algunas de las escenas que tenía pensadas finalmente no las he incluido. Sin embargo, esto no debe sorprender ya que es una práctica habitual en cualquier tipo de filmación.

El cine es un lenguaje audiovisual y la música es tan importante como lo imagen. Por ello es muy importante utilizar una melodía que transmita aquello que se desea contar, y más todavía si el spot carece de narrador. En el tema elegido el sonido de la guitarra está más distorsionado al principio para transmitir la sensación de que la búsqueda de información en la biblioteca puede llegar a ser muy tediosa. Por el contrario, el sonido de la guitarra es más acústico cuando se utiliza Internet para transmitir que es mucho más rápido y sencillo. Para seleccionar el fragmento que me interesaba he utilizado un programa muy sencillo como Power Sound Editor, que también se puede descargar de forma gratuita. Este programa permite cortar las pistas y seleccionar el fragmento deseado. 


El último paso fue la  publicación en red. Existen diferentes portales para la carga de vídeos pero el más popular es Youtube. El procedimiento es sencillo: tras crear una cuenta en este portal se selecciona la opción “Publicar película en Youtube” en el programa Windows Movie Maker. Basta con rellenar una serie de campos (título, descripción, etiquetas, categoría y permiso) para subir el vídeo.


Es posible que alguna gente acceda al vídeo por medio de este portal y no directamente mediante mi blog. Por este motivo el último plano del spot es la dirección url de esta bitácora. Se puede considerar una especie de firma del autor que invita a visitarlo. 

lunes, 1 de noviembre de 2010

Privacidad y seguridad en Internet: la asignatura pendiente

No es ninguna novedad decir que la sociedad ha cambiado y en muchos aspectos nada tiene que ver con los hábitos, las costumbres y las formas de entretenimiento de la sociedad de las décadas anteriores. Tampoco es nuevo decir que los niños y jóvenes de ahora no son como los de antes. Han nacido en un mundo en el que las Nuevas Tecnologías forman parte de su vida, tanto que a este grupo de jóvenes, con edades comprendidas entre los dos y los dieciocho años,  se les conoce como la “Generación 2.0”. Yo, que no soy mucho mayor que ellos, me doy cuenta de ese cambio.

Recuerdo cuando mis padres compraron el primer ordenador. Fue cuando mi hermano empezó el instituto y lo necesitaba para realizar sus trabajos. Quién iba a pensar por aquel entonces que años más tarde el ordenador ya no se concebiría únicamente como una herramienta de trabajo sino como un recurso que, gracias a Internet, nos permite encontrar información de cualquier tema y que ha provocado un cambio en nuestra forma de organizarnos, de trabajar, de comunicarnos e incluso de relacionarnos. En el caso de los jóvenes de hoy en día, las redes sociales se han convertido en una de las formas más frecuentes de comunicación aunque desgraciadamente, en la mayoría de los casos lo hacen sin el control de un adulto. Son numerosas las voces que se han alzado avisando de los problemas que esto puede ocasionar ya que muchos de ellos se relacionan a través de Internet con desconocidos sin darse cuenta del riesgo que esto puede acarrear.


Pero ¿hay algo que podamos hacer como docentes? La respuesta es clara: los docentes debemos enseñar a los menores a controlar su privacidad en Internet. Recientemente, el director de la Agencia Española de Protección de Datos, Artemi Rallo, ha manifestado en un artículo publicado en el periódico El País su preocupación ante este hecho y la necesidad de tomar cartas en el asunto. En su opinión, la solución ha de partir del propio sistema educativo, incluyendo en el currículum la enseñanza en aspectos básicos de protección de datos y seguridad. Sin duda alguna, la idea es totalmente coherente con los planes de estudio actuales donde una de las competencias básicas que los alumnos deben alcanzar es la Competencia Digital a la cual contribuyen todas las áreas del currículum. Es evidente, tal y como señala el Sr. Rallo, que  para ello hacen falta docentes bien formados en este aspecto, es decir, profesionales que sepan enseñar a los jóvenes cómo emplear sus datos, controlar la privacidad y seguridad en Internet así como las consecuencias negativas que puede ocasionar su uso inadecuado como, por ejemplo, publicar en la Red todo tipo de fotos y videos de terceras personas sin el permiso de éstas. Esto es lo que llamamos crear una conciencia del respeto.

Afortunadamente, la propuesta del Sr. Rallo no ha caído en el olvido. La semana pasada se hizo público que varias organizaciones van a realizar un estudio sobre la privacidad de los menores y las redes sociales en el que participarán 1500 escolares. De su análisis se podrá conocer en cierto modo cuál es el nivel de privacidad que tienen los jóvenes a la hora de utilizar dichas redes. No es suficiente, pero al menos puede servir como punto de partida.

Nuestro papel como docentes sobre este aspecto está claro pero no cabe duda de que el papel fundamental lo tienen los padres pues los niños utilizan las redes sociales cuando están en su casa.